El exilio, la clandestinidad y el retorno; los encuentros fortuitos en Caracas, París y Santiago, marcan la tónica de estos breves cuentos del chileno radicado en Venezuela. Michel Bonnefoy narra con certeza y economía de palabras las historias de aquello que sucede, las cosas que pasan cuando se abren los breves portales de tiempo y espacio, cuando se le "roba protagonismo" a los grandes eventos y a las tareas impostergables, para permitir la irrupción de lo incalculable y lo azaroso. El resultado, siempre, aparece como un cuestionamiento a la posibilidad del amor y como la certeza implacable acerca de la soledad como destino.
Cuando el compromiso político se combina con el amor; cuando hay pasión; cuando además interviene el azar; cuando afloran bellos sentimientos, pero el enemigo es implacable; cuando se quiere lo más grande y lo mejor, entonces... pasan cosas.